LEER EN FAMILIA
"Leer en familia no solo enriquece el alma, sino que
ayuda a generar lazos positivos entre los integrantes de nuestra casa. La
lectura es un hábito beneficioso tanto en niños como en adultos".
No
sólo nos estimula la imaginación, ya que a diferencia de la computadora y la
televisión hay menos bombardeo de imágenes junto a las palabras, sino que la
lectura también
incrementa el vocabulario y, además, nos ayuda a hablar y a escribir mejor.
Pero, de acuerdo a Leamos Más, la lectura también se
relaciona al éxito futuro de los jóvenes. Esto ha sido comprobado por estudios
del departamento de Sociología de la Universidad de Oxford, quienes
entrevistaron a 20 mil jóvenes para ver lo que hacían en su tiempo libre. Los
que leían por placer, accedieron a más puestos gerenciales en su edad adulta.
Lo que ocurre es que a través de
los libros, la mente humana es capaz de explayarse. Puede generar relaciones,
aprender nuevas palabras (usos y significados), armar historias e incluso
imaginar finales distintos. Esto desarrolla la inteligencia y la creatividad.
Además, un libro siempre es un buen tema de conversación con otros amigos o
colegas del trabajo. Por eso, es importante desarrollar el amor por la lectura
en nuestros hijos desde pequeños.
Cuando somos padres de bebés, podemos leerles cuentos,
cantarles, recitar rimas. Según se dice, cuando los bebés aún no hablan, son
plenamente capaces de entender lo que los padres les dicen.
A medida de que los padres les
hablen más desarrollan su vocabulario. Cuando los niños empiezan
a comunicarse, imitarán más rápido los sonidos y, poco a poco, armarán palabras
y frases entendibles. Por eso, leerles desde pequeños, ayudará a su crecimiento
lingüístico.
Igualmente,
para los niños, los cuentos infantiles son una excelente opción. Podemos hacer
que ellos elijan el cuento que les vamos a leer para que lo escuchen
cómodamente. Una vez que aprenden a leer, debemos incentivarlos y escuchar sus
relatos ya que al principio dirán cada línea lentamente, ya que están en una
etapa en la que van identificando letras y sílabas.
Si los ignoramos o los
interrumpimos, les quitaremos el amor por la lectura. Por eso es importante tener
paciencia y escuchar con atención a los nuevos narradores de nuestra familia.
Por otro lado, podemos hacer uso de las fábulas para tener cuentos cortos con
moralejas o enseñanzas que nuestros niños deban interiorizar.
En el caso de los adultos, leer
por placer es una forma de entretenerse saludablemente. Mantiene a nuestro
cerebro activo y nos ayuda a trabajar nuestra capacidad de retención. Si
compartimos tiempo de lectura con nuestros hijos, estaremos inculcándoles algo
positivo a través del ejemplo.
Además de que se reflejará en
sus conocimientos a medida que vayan creciendo. Ahora en Internet existen
páginas que nos ayudarán
a contar con lecturas adecuadas para nuestros hijos.
No importa la cantidad de libros
que leamos o si el texto elegido es grande o pequeño. Lo que importa es que nos
dediquemos a hacerlo, de forma constante, así sea un par de hojas diarias. Pero
no leer por obligación sino por propio gusto. Así, el leer en familia nos
permitirá cultivar una relación sana en la que todos participemos activamente
por nuestro bienestar cultural.
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